CÓMO AFINAR UNA GUITARRA
- Dani Salat
- Mar 20, 2018
- 4 min read
Afinar una guitarra es algo que todo guitarrista aprende a hacer el primer día que coge una pero, por algún motivo, el problema y queja número uno de los guitarristas es que su guitarra no mantiene la afinación, o se le va la olla, o algún tipo de magia que la desafina sola.
Hay muchos factores que influyen en el ajuste de una guitarra, demasiados para una simple entrada de blog, pero hay un par de puntos clave que ayudarán mucho a que la guitarra no dé problemas.
Aquí vamos a repasar los principales causantes de los problemas de afinación, centrándonos en el contribuyente más infravalorado. Hay 5 piezas clave:
Cuerdas
Clavijas
Puente
Guitarrista
Cejuela
No vamos a repasar el proceso de usar un afinador porque es estúpidamente simple. La intención real es evitar problemas, y entender qué puede estar pasando si las cosas no van bien.
Lo primero es usar unas cuerdas buenas, y nuevas. Lo de nuevas es muy importante. Aparte de que suenan mejor, y se tocan mejor, es más probable que una cuerda vieja se rompa al afinar.
En cuanto a hardware, hay muchísimas marcas y modelos de puentes y clavijas, más clásicos y modernos, más de un tipo y de otro, para unos estilos y para otros. A veces cambiar el hardware por un modelo mejor no es una opción, pero hay que estar al tanto y entender cuándo la guitarra está bien ajustada y cuándo no. Es fundamental saber instalar bien las cuerdas, y tocaremos el tema en otro post pero, por ahora, sólo nos preocupa que no tengan defectos, por fabricación o golpes varios, que no tengan piezas de metal levantadas, ni suciedad, a ser posible.
El guitarrista, y la forma en que toca la guitarra, son un factor clave a tener en cuenta. Idealmente, las cuerdas tienen que permanecer tan rectas como si no las estuviéramos tocando, pero muchas veces las apretamos demasiado fuerte, o tenemos malas posturas que causan "bendings" indeseados en las cuerdas. Lo ideal es aprender a tocar la guitarra bien, pero algo que puede ayudar a corregir estos problemas es ajustar la guitarra al guitarrista:
Si sabes que estiras las cuerdas más de lo que debería, puede ayudar afinar la guitarra un poco por debajo del tono. Una rayita en el afinador, casi nada, ayuda. Mejor aún sería quintar la guitarra teniendo en cuenta la forma de tocar, pero también hablaremos de ello en otro post.

Y ahora llegamos al punto que quiero desarrollar aquí: LA CEJUELA. Es seguramente la parte de la guitarra que más inútil parece a quien no ha ajustado una guitarra nunca y, sin embargo, causante de los problemas que más nos estresan y no sabemos solucionar.

El principal problema es que no usamos las cuerdas adecuadas para nuestras cejuelas y, además, no las lubricamos correctamente. Cada vez que tocamos una cuerda, esta se desliza muy ligeramente por la cejilla hacia el puente, y hay que asegurarse de que vuelve a su posición original sin dificultad para poder mantener la afinación.
En estas fotos tenemos una cejuela de hueso bien cortada a mano, para las cuerdas elegidas (arriba) y una cejuela sintética de una guitarra barata, mal cortada (abajo). En la segunda foto los ángulos son más rectos, más incómodos, tanto en el borde de la cejuela como en los canales de las cuerdas, que parece que estén sujetas, en lugar de reposando.
En general los fabricantes de guitarra cortan las cejuelas para cuerdas de tamaño .009" porque, como la mayoría de guitarristas usan .010", así nos duran más tiempo y no pensamos que la guitarra se "rompe" rápido. Además, muchos guitarristas quieren usar cuerdas de mayor grosor, y esto causa un problema más importante.
Los huecos para las cuerdas de la cejuela tienen que estar cortados para el tamaño de las cuerdas que queremos usar ya que, si son más pequeños, al tocar tensamos las cuerdas, y al soltar, como están "enganchadas" en la cejuela, no vuelven a su posición original, lo cual te desafina.
Esto no sólo pasa al tocar, sino también afinando. La cuerda queda enganchada pero afinada, y con la tensión acaba cediendo (haciendo un ruidito típico por si sola) y desafinando la nota al aire. Para evitar esto, es importante afinar la cuerda siempre subiendo de tono (tensando la cuerda). Si la guitarra está por encima de la nota que buscamos, hay que destensarla para que esté más grave, y afinar subiendo de nota.

En la foto de arriba podemos apreciar qué pasa cuando pones una cuerda demasiado gruesa en el canal que no le corresponde. No encaja del todo bien, y el vaivén de la tensión acabará dando problemas.

En estas fotos puede apreciarse la diferencia entre una cejuela sin hueco para las cuerdas y otra con el hueco suficiente. Sin embargo, es importante que las cuerdas encajen bien y no tengan demasiado hueco, lo cual será incómodo al tocar y podría generar vibraciones no deseadas.

En la segunda foto, además, la cejuela es de grafito, lo cual ayuda a la cuerda a deslizarse. En el caso de cejuelas más tradicionales, lo que podemos hacer al cambiar las cuerdas es añadir productos especiales para lubricar las cejuelas o, simplemente, pasar un par de veces la punta de un lápiz o portaminas por el canal, para que deje restos de grafito que ayuden a las cuerdas a moverse como queremos.
Como ya hemos dicho, no siempre está en nuestras manos la opción de cambiar los componentes de la guitarra, por dinero principalmente o por no saber dónde ni cómo. Espero que con este post, por lo menos, seamos capaces de corregir los errores de afinación de nuestras guitarras de forma muy simple y barata.
Y, si deseamos tocar con unas cuerdas de otro grosor sí o sí, lo primero es cambiar la cejuela.
Un saludo,
-Dani.
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